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Con el 97% del voto regular escrutado, el bloque del ex primer ministro y líder del partido conservador logra una cómoda mayoría, con 65 de los 120 escaños de la Kneset.
El Presidente Herzog el pasado martes 1 de noviembre, ofreció un mensaje a los ciudadanos de Israel: "Llamo de nuevo a todo el público: vayan a votar y marquen la diferencia, porque cada voto tiene un impacto".
El presidente Isaac Herzog visitó el Comité Electoral Central esa mañana en la Knesset. El presidente estuvo acompañado por el presidente de la CCA, el juez Yitzhak Amit, y el director ejecutivo, Orly Ades.
Presidente Isaac Herzog dijo: “Antes de comenzar, deseo elogiar al Comité Electoral Central, a su presidente del juez de la Corte Suprema, Yitzhak Amit, al CEO del Comité, Orly Ades, y al destacado equipo del comité. Michal y yo acabamos de visitar las instalaciones del Comité Electoral Central. La CCA es un organismo altamente profesional, responsable de gestionar las elecciones. Como saben, no ha habido pocas elecciones en los últimos años y es muy impresionante ver esta operación diversa, sofisticada, supervisada y responsable, y estoy convencido de que la CCA hará su trabajo fielmente y, por supuesto, reflejará la confianza del público en el proceso electoral.
"Hay algo en los datos, que dan expresión a la confianza del público en el proceso electoral, un proceso democrático, digno, igualitario y respetuoso, que da expresión a las decisiones de todos y cada uno de nosotros.
"Llamo de nuevo a todo el público: ve a votar y marca la diferencia, porque cada voto tenga un impacto. Quiero desear a todos los ciudadanos de Israel un exitoso día de las elecciones y buena suerte a todos".
Aunque la prensa israelí manejo ya titulares mencionando sobre las elecciones en Israel: ¿Es este el tercer reinado del rey Bibi Netanyahu? “Aquellos que trompetaron la "Caida del Rey Bibi" fueron prematuros. Subestimaron la naturaleza infatigable de Benjamin Netanyahu.”
Los resultados del martes por la noche requerirán un examen de conciencia en el bloque anti-Bibi, publicó el analista Herb Keinon en el Jerusalem Post. Mencionó que el término bloque anti-Bibi es preferible a decir el bloque de centro-izquierda, porque muchos en este bloque tienen tanto derecho en cuestiones diplomáticas y de seguridad como el propio Netanyahu.
¿Por qué fracasaron? ¿Por qué su mensaje anti-Netanyahu no convenció a la mitad del país? ¿Por qué tantos están dispuestos a votar por aquellos a quienes llamaron "las fuerzas de la oscuridad", en lugar de por aquellos que se ven a sí mismos bañados en la luz?, dice Keinon.
¿Por qué? Porque la mayoría del país no compró la advertencia apócrifa de que un voto por Netanyahu y la Derecha sería un voto por el fin del poder judicial, de la razonabilidad, de la decencia y de la propia democracia. Escucharon la advertencia de Ram Ben Barak de que los nazis llegaron al poder por medios democráticos, y se encogen.
El actual ciclo electoral comenzó en abril de 2019, y en ese entonces, incluso más que durante la reciente campaña, el tema era Netanyahu. En ese momento, el bloque anti-Netanyahu estaba luchando contra un gobierno de Netanyahu que dependía del moderado Moshe Kahlon. Cuarenta y cuatro meses y cinco elecciones después.
Al cierre de esta edición así se presentaban algunos detalles de estas importantes elecciones, que redefinirán el curso político de Israel.
El escrutinio, difundido la mañana del pasado miércoles, agranda la ventaja del bloque de Netanyahu sobre sus rivales respecto a la que apuntaban anoche los sondeos a pie de urna. No obstante, en un sistema electoral como el israelí, el resultado puede cambiar hasta la última papeleta, como subrayó la noche del martes el primer ministro Lapid.
El conteo da la victoria al Likud con 31 escaños, uno más que en las elecciones de hace un año. Las otras tres listas del bloque pro-Netanyahu suman 34 diputados, con lo que obtienen 65 de los 120 escaños.
Una de ellas, Sionismo Religioso, se convierte en la tercera fuerza de la Kneset. Ha sido la más beneficiada por la alta participación: un 71,3%, la mayor desde 2015.
El partido ultraortodoxo sefardí Shas sube notablemente, de nueve a 12 escaños, y el askenazi Judaísmo Unido de la Torá, de siete a ocho.
