Nuestras Fiestas Mayores se vivieron con emoción

En ocasiones no valoramos la bendición que todos tenemos por acudir a nuestros Shuln y poder regocijarnos de realizar nuestras costumbres y tradiciones en un entorno de paz y fraternidad comunitaria. Resulta muy emocionante ver cómo todos los Socios de la Kehilá, de todas las edades, asistieron con fervor, fé, espiritualidad, y el deseo de que este nuevo año, inicie un periodo de dicha, parnasá, salud y alegría.

Es precisamente en días como los que pasaron cuando nos damos cuenta la importancia y trascendencia del trabajo que se realiza en nuestra Comunidad. Son cientos de voluntarios, donadores, profesionales, todos unidos en un objetivo común de lograr los espacios para desarrollar nuestros rituales, las oraciones que nos elevan en días tan sagrados en la religión judía.

Ver convocados a todos alrededor de esta fuerte vivencia en la que, si nuestros ojos se convirtieran por un momento en lentes de una cámara fotográfica, las imágenes captadas servirían para emocionarnos de la enorme cadena de continuidad que se ha logrado a través de las generaciones. Ver las kipot en las cabezas de nuestros niños recibiendo las bendiciones, los Talit de quienes rezan con energía, las Torot danzando enfrente de nuestras miradas, el canto del Jazán, la presencia de los Cohanim heredados de milenios, el sonido del Shofar, la devoción, las sonrisas y la orquesta de los rezos siempre por unirnos a Hashem en esta oportunidad que nos da para ser mejores personas, orgullosos de nuestra identidad y ser judío.

A cien años de vida de la Kehilá Ashekanzí de México, desde las paredes de las sinagogas de Justo Sierra cuando nuestros hermanos de esos tiempos se reunían deseosos de desarrollar una vida completa como judíos llegados a este país después de tantas experiencias históricas que nos marcaron como ashkenazim. Luego cómo fuimos creciendo y construyendo más sinagogas, así se lograron al pasar de los años en Alamos, Adat Israel, en la Condesa, Agudat Ajim en Parral, en Polanco Beth Itzjak, en Tecamachalco, Ramat Shalom y en Interlomas el Shul Yavne; cada uno de estos maravillosos espacios de congregación que nos inyectan de judaísmo e identidad.

Estamos por disfrutar Jag Sucot, Sheminí Atzeret, Simjat Torá, los invitamos a asistir y seguir siendo parte de la vivencia judía.