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Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, instó a Hamás a renunciar al poder en Gaza y a que, junto con otros grupos terroristas, entregue sus armas a la Autoridad Palestina. Así lo expresó durante un discurso en la cumbre de la Liga Árabe celebrada en Bagdad.
La Agencia de Noticias Iraquí citó a Abbas, quien afirmó: “La causa palestina enfrenta amenazas existenciales. Los crímenes genocidas en Gaza forman parte de un proyecto colonialista que busca destruir la posibilidad de un Estado palestino independiente”.
Abbas destacó que la visión palestina respalda un plan árabe orientado a detener los ataques sionistas y alcanzar la paz en la región.
En su intervención, el líder palestino subrayó: “La Autoridad Palestina impulsa una reforma integral que abarca todas sus instituciones”.
En 2007, Hamás tomó el control de Gaza mediante un violento golpe contra la Autoridad Palestina, respaldada por Occidente. Desde entonces, los esfuerzos por lograr una reconciliación entre ambas facciones han fracasado de manera reiterada.
Por otra parte, Los líderes de la Autoridad Palestina y del Líbano han decidido que las facciones palestinas no utilizarán el territorio libanés para atacar a Israel. Además, han establecido que todas las armas quedarán bajo el control exclusivo del Estado libanés.
En una reunión celebrada en Beirut, el presidente libanés, Joseph Aoun, recibió al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, quien llegó al país para una visita oficial de tres días, la primera en siete años. Ambos mandatarios abordaron la situación de los campamentos palestinos y la seguridad en la región.
Najat Sharafeddine, portavoz de la presidencia libanesa, leyó un comunicado conjunto que confirma el fin de las armas fuera del control estatal en el Líbano. El documento destaca el compromiso de ambas partes para garantizar que los campamentos palestinos no sirvan como bases para grupos extremistas.
El texto también subraya que la Autoridad Palestina se compromete a evitar que los territorios libaneses se usen para operaciones militares. Esta medida busca reforzar la soberanía del gobierno libanés, especialmente en el sur del país, cerca de la frontera con Israel.
Tras la guerra de 14 meses entre Israel y Hezbolá, que concluyó en noviembre con un alto el fuego mediado por Estados Unidos, el Líbano intensifica esfuerzos para consolidar su autoridad. Hezbolá, un grupo terrorista, había establecido posiciones en la zona fronteriza, incumpliendo una resolución de la ONU de 2006 que sigue sin aplicarse completamente.
