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Según datos preliminares publicados hoy, desde la masacre de Hamás en Israel el 7 de octubre, los incidentes antisemitas en Estados Unidos alcanzaron la cifra más alta durante cualquier período de dos meses desde que la Liga Antidifamación (ADL) comenzó a hacer seguimiento en 1979.
Entre el 7 de octubre y el 7 de diciembre, la ADL registró un total de 2.031 incidentes antisemitas, frente a los 465 incidentes registrados durante el mismo período en 2022, lo que representa un aumento del 337% respecto al año anterior. Esta cifra incluye 40 incidentes de agresión física, 337 incidentes de vandalismo, 749 incidentes de acoso verbal o escrito, y 905 manifestaciones en las cuales hubo retórica antisemita, expresiones de apoyo al terrorismo contra el estado de Israel y/o antisionismo. En promedio, durante los últimos 61 días, los judíos en Estados Unidos sufrieron casi 34 incidentes antisemitas al día.
«Este aterrador patrón de ataques antisemitas ha sido implacable desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre, y no da señales de disminuir», dijo Jonathan Greenblatt, CEO de la ADL.
«Las alcantarillas está destapadas y las comunidades judías de todo el país están siendo inundadas por el odio. Los funcionarios públicos y los líderes universitarios deben controlar los ánimos y tomar medidas claras para mostrar que este comportamiento es inaceptable con el fin de prevenir más violencia», agregó.
Estos datos incluyen una víctima mortal que se produjo en una protesta contra Israel en Los Ángeles, donde un judío murió tras ser golpeado en la cabeza por un manifestante propalestino. Se produjeron unos 250 incidentes antisemitas dirigidos específicamente contra instituciones judías como sinagogas y sedes universitarias de Hillel. En los campus universitarios, la ADL ha registrado un total de 400 incidentes antisemitas, en comparación con los 33 ocurridos durante el mismo período en 2022. Aunque el motivo detrás de algunos de los incidentes antisemitas no estaba claro, al menos 1.411 del total de incidentes pueden vincularse claramente a la guerra entre Israel y Hamás. Desde la ADL crearon un mapa interactivo que señala dónde se produjeron los incidentes ocurridos desde el 7 de octubre.
Además de los ataques contra las instituciones judías, ADL rastreó un aumento en el vandalismo y el acoso a las empresas judías o israelíes, entre ellas una manifestación el 3 de diciembre en Filadelfia, donde un gran grupo de manifestantes se reunió fuera de una tienda de falafel y acusó a los propietarios de cometer un «genocidio.»
«El vandalismo contra un negocio judío no es una protesta política: es antisemitismo y es criminal», afirmó Greenblatt. «Históricamente se ha boicoteado a la comunidad judía en tiempos de crisis, y es alarmante que vuelva a suceder ahora».
El gobierno israelí emitió alertas de evitar la utilización de simbolismos judíos en diferentes países y publicidad sobre eventos en centros comunitarios con el fin de proteger a las comunidades.
