Mensaje del Lic. Mauricio Bicas, Presidente de la Comunidad Ashkenazí de México 

Como judíos, sabemos que nuestra conexión con lo divino es parte de nuestra vida cotidiana, pero en vísperas de Rosh Hashaná y Yom Kipur, nos adentramos en mayor forma a profundas reflexiones ante el juicio divino, por lo que nuestro eje de pensamiento estará enfocado a Di-s, a la Torá y a Israel.  

Este camino espiritual de nuestro judaísmo nos lleva a encontrar significado, el propósito de nuestras vidas y a fortalecer nuestra fe en todo momento. Es esa capacidad humana que nos permite valorar y comprobar nuestras acciones lo que nos hace ser mejores personas ante nuestras familias y la comunidad, pero más importante es que esa evaluación descifre también nuestras virtudes personales brindando paz emocional al sentirnos orgullosos de quienes somos. 

Al encontrarnos en momentos tan difíciles a nivel mundial, las noticias nos dejan preocupados, llenos de tristeza, en donde el ánimo se debe de superar precisamente a través de fuentes como lo es escuchar las palabras sagradas de la Torá y el sonido del Shofar, retomando siempre las hermosas tradiciones del espíritu judío. 

Los Shuln de la Kehilá Ashkenazí de México, estarán listos para que nos reunamos a rezar y sentir que, en este camino, existe una capacidad enorme para reconfortarnos, de vivir la experiencia de nuestras tradiciones en esta etapa en la que Am Israel debe estar unido y pedir mucho por un favorable cambio de año que marque tiempos mejores. 

Debemos sentirnos privilegiados de pertenecer y ser parte de esta gran Comunidad, que nos acoge y nos brinda todas las facilidades para mantener las bases de nuestro judaísmo, conformando el pueblo de Israel, siendo testigos de grandes milagros porque hoy día un puñado de valientes defensores se encuentran luchando con muchos sacrificios, con entereza, valentía y la confianza que brinda la fe judía. 

Deseamos que el 5785 llegue como una nueva época de paz para Israel, que todas las comunidades judías del mundo vivan con tranquilidad, respeto y bienestar.  

A toda la Comunidad Judía de México le transmito una fuerte gratitud por mostrar su devoción por Israel, por ser parte de la gran continuidad de nuestros valores judíos y a cada uno de nuestros miembros, deseo que sean inscritos en el Libro de la Vida con salud, alegría, parnasá, alrededor de sus familias y seres queridos. 

¡Shaná Tová Umetuká!