Arvit: 19:15
Shajarit: 9:00
Minja: 18:15
Durante más de un año, tuve el privilegio de servir como terapeuta grupal para Hatikva, un grupo de apoyo para parejas enfrentando el desafío de la infertilidad en la comunidad judía de México. Hoy, mientras me despido de esta etapa, no puedo evitar reflexionar sobre el viaje emocional y profesional que he emprendido junto a estos valientes individuos.
Convertirse en parte integral de Hatikva no solo fue una experiencia terapéutica, sino un viaje de autodescubrimiento. Como psicoterapeuta, me encontré no solo guiando y apoyando a estas parejas, sino también siendo testigo de su coraje, su vulnerabilidad y su resistencia inquebrantable. En cada sesión, en cada conversación, descubrí nuevas capas de la fortaleza humana, la empatía y la esperanza.
Mi propia experiencia hace años, enfrentando la infertilidad, se sumó creando una profunda conexión con cada uno de ustedes. A través de compartir sus historias, miedos y aspiraciones, aprendí más de lo que jamás podría haber imaginado.
La infertilidad, con toda su carga emocional y física, se convirtió en el catalizador para profundas conexiones humanas y un crecimiento personal sin precedentes.
No es una despedida, sino un sincero agradecimiento. Agradezco a cada uno de ustedes, queridos miembros de Hatikva, por su confianza, su apertura y su valentía al permitirme acompañarlos en este viaje. Cada lágrima derramada, cada risa compartida, cada momento de vulnerabilidad ha dejado una huella indeleble en mi corazón y en mi práctica profesional.
Aunque mi tiempo como terapeuta grupal concluye, quiero que sepan que estoy aquí, siempre dispuesta a ofrecer apoyo, orientación y un hombro en el que apoyarse para quien lo necesite. Así que, gracias, Hatikva. Gracias por confiar en mí, por permitirme ser parte de sus vidas y por enseñarme el verdadero significado de la esperanza y la resiliencia.
Con gratitud y cariño, Michelle Mansur Cohen
Si estás pasando por este proceso, acércate a Hatikva, absoluta confidencialidad
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