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Dahlia Neumann
Agregada de Diplomacia pública, Prensa y Cultura de la Embajada de Israel en México
“Aquí pasaron cosas que jamás había visto antes”, fueron las palabras de Pramila Patten, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia Sexual en Conflictos, luego de ver los videos de las atrocidades cometidas por Hamas contra civiles inocentes.
La representante de la ONU visitó Israel con el objetivo de conocer los terribles actos de violencia sexual cometidos por los terroristas de Hamas el 7 de octubre de 2023.
Su presencia en Israel se llevó a cabo luego de una larga negativa de organismos internacionales e instituciones dedicadas a la protección de las mujeres, como es el caso de ONU-Mujeres y NOW, entre otros, de escuchar a las víctimas de estas agresiones y atender los informes con las evidencias obtenidas durante las investigaciones.
Después de ver la cantidad de evidencias que existen del ataque, conformadas por videos grabados por los mismos terroristas de Hamas durante la masacre, eliminando cualquier duda sobre lo ocurrido, Pramila Patten determinó elaborar un informe detallado para presentarlo ante las Naciones Unidas, comprometiéndose además, a usar todos los medios a su alcance para conseguir la liberación de las 136 personas que permanecen secuestradas en la Franja de Gaza y continúan sufriendo violaciones, maltrato, falta de alimentos y atención médica y violaciones a sus derechos humanos por parte de los terroristas de Hamas.
Fue tal la angustia e inquietud generada por las imágenes del daño ocasionado a las víctimas y las historias de los testigos sobre cómo los cuerpos desnudos de mujeres fueron llevados por las calles o con la ropa interior empapada de sangre, así como de violaciones grupales que, en palabras de la Representante Especial, hicieron que perdiera el sueño.
La visita de Patten a Israel es una señal positiva y esperanzadora después de un largo período de oscuridad. La violencia sexual no puede ser un crimen que dependa del contexto, no puede ser que las organizaciones, que supuestamente se ocupan de las mujeres en todo el mundo, miren con lupa a quién es violada (a la que los terroristas le cortaron los senos en vida o a la que le dispararon en los genitales), para decidir si el crimen atroz merece una condena o simplemente ser ignorado.
Éste no es sólo el problema de Israel. Si torturar y abusar de las mujeres depende del contexto político, entonces ninguna mujer en el mundo está segura.
Toda persona que busca la paz y el respeto a los derechos humanos tendría que apoyar a la afirmación que es casi imposible creer que sea necesario expresar: una mujer que ha sido violada nunca será considerada culpable. Los terroristas que torturan a mujeres (y hombres) son criminales, no héroes.
