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Yom Kipur ha sido testigo de muchas anécdotas conmovedoras y poderosas que resaltan su significado espiritual y la profundidad de la experiencia judía en este día. Aquí algunas historias recopiladas que muestran la importancia de Yom Kipur en diferentes épocas y situaciones.
El Rezo de Kol Nidrei Bajo las Estrellas en Siberia
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos judíos fueron enviados a campos de trabajo en Siberia, en condiciones extremadamente duras. Se cuenta que en la víspera de Yom Kipur, un grupo de prisioneros judíos, debilitados y sin acceso a una sinagoga, decidieron reunirse en secreto para recitar el Kol Nidrei, una de las plegarias más importantes de este día. Sin libros de oraciones, con apenas fuerzas para mantenerse en pie y bajo el frío glacial, comenzaron a cantar la oración bajo las estrellas. A pesar de las circunstancias adversas, sentían que la conexión con D-os no dependía del lugar, sino de su fe. Esa noche, el cielo abierto y sus voces quebradas por el dolor resonaron como un acto de resistencia espiritual.
El General Moshé Dayan en Yom Kipur
En la Guerra de Yom Kipur de 1973, el ejército israelí fue sorprendido por el ataque masivo coordinado por Egipto y Siria en el día más sagrado para el pueblo judío. Se cuenta que Moshé Dayan, entonces ministro de defensa de Israel, aunque sabía de la inminencia del conflicto, pasó las primeras horas del día en una sinagoga, reflexionando y rezando como lo hacía cada año. Cuando comenzó el ataque, Dayan dejó la sinagoga y asumió el mando militar en un contexto de enorme presión. Sin embargo, incluso en medio del conflicto, muchos soldados israelíes hicieron todo lo posible para observar Yom Kipur de alguna manera, rezando entre las batallas y llevando consigo el espíritu de arrepentimiento y teshuvá en un momento de crisis nacional.
El Shofar en Auschwitz
En los horrores de los campos de concentración nazis, los judíos mantenían su fe y tradiciones, a menudo en condiciones de extremo peligro. Hay una anécdota que cuenta cómo, durante Yom Kipur en Auschwitz, un grupo de prisioneros judíos decidió organizar una ceremonia clandestina. Uno de los prisioneros tenía un pequeño shofar que había logrado ocultar durante meses. A pesar de los riesgos de ser descubiertos por los guardias, los prisioneros se reunieron en un rincón apartado del campo. Al final del día de Yom Kipur, el prisionero sopló el shofar. Aunque las notas eran débiles debido a la falta de fuerzas, el sonido resonó en los corazones de todos los presentes, recordándoles su identidad, su historia y su fe en la justicia divina, incluso en medio del sufrimiento.
El Niño y el Baal Shem Tov
Se cuenta una famosa anécdota sobre el Baal Shem Tov, fundador del jasidísmo, que vivió en el siglo XVIII. Un Yom Kipur, mientras dirigía los servicios en su comunidad, sintió que las plegarias no llegaban al Cielo y que el pueblo no estaba siendo perdonado. Había tensión en la sinagoga, pero nada parecía romper esa barrera espiritual. De repente, un joven pastor, que no sabía leer hebreo ni entender las oraciones, entró en la sinagoga y, con su corazón lleno de devoción, soltó un fuerte silbido, la única forma en que sabía expresar su plegaria. En ese momento, el Baal Shem Tov sonrió y exclamó que ese sonido había roto las barreras, y las puertas del Cielo se habían abierto. El silbido puro y sincero del niño fue suficiente para traer el perdón de toda la comunidad.
El Soldado que Ayunó en el Frente
Una historia conmovedora relata que durante la Guerra de los Seis Días en 1967, un soldado israelí estaba en el frente de batalla el día de Yom Kipur. Aunque estaba en una situación de extrema peligrosidad y desgaste físico, el soldado decidió que seguiría ayunando como una forma de mantenerse conectado con su fe y sus raíces, a pesar de las circunstancias. Cuando sus compañeros le insistieron que comiera para tener fuerzas, él respondió: "Si puedo luchar por la tierra de Israel, también puedo hacer este pequeño sacrificio por mi alma". Esa noche, su unidad recibió refuerzos y el soldado pudo romper el ayuno, sintiendo que su pequeña acción espiritual había sido parte de algo mucho más grande.
Un judío de la diáspora en Yom Kipur
En otra ocasión, un joven judío que había emigrado de Europa del Este a América en los años 1920 se encontraba trabajando en una fábrica en su nuevo país. Cuando llegó el día de Yom Kipur, a pesar de las amenazas de perder su empleo por no presentarse a trabajar, el joven decidió no ir. Caminó por las calles buscando una sinagoga, pero no conocía bien la ciudad y no hablaba inglés. Finalmente, encontró una pequeña comunidad de inmigrantes judíos como él, donde pudo pasar Yom Kipur en oración. Aunque su jefe lo despidió, él sintió que había hecho lo correcto, priorizando su fe sobre su sustento material.
Estas historias reflejan cómo Yom Kipur ha sido, a lo largo de la historia, un día de prueba y renovación para los judíos, donde la fe, el arrepentimiento y la conexión con Hashem prevalecen incluso en las circunstancias más adversas.
Sabemos que los ciudadanos de Israel y los Jayalim estarán en un Yom Kipur especial pidiendo por la paz, su seguridad y por la vida. Estamos seguros que las plegarias de todos los judíos del mundo estarán igualmente enfocadas a ese deseo y con ayuda de Hashem, esperamos el momento en que lleguen tiempos mejores para Am Israel.