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Tal y como acostumbra la política de la alcaldía, la decisión se ha vestido con el respaldo de un supuesto apoyo de un proceso participativo. Lo que evidencia la postura antiisraelí existente que en muchas ocasiones se manifiesta entre ciertos o algunos sectores siendo una característica idiosincrática que se mantiene y que tiene consecuencias directas en las diferentes comunidades judías que regularmente reciben actos o afrontamiento antisemita.
La propuesta para poner fin a la relación de hermanamiento fue llevada a la alcaldía y al Ayuntamiento de Barcelona por un grupo llamado End Complicity with Israel, que se ha aliado con otras organizaciones sociales centradas en el antirracismo, los derechos LGBTQ y la defensa feminista. La propuesta estaba inicialmente en la agenda de una reunión plenaria del consejo el 27 de enero, pero se pospuso porque el debate coincidió con el Día Internacional de Recordación del Holocausto. El debate fue reprogramado para el 24 de febrero, pero los grupos que apoyan la propuesta exigieron una respuesta más rápida de la oficina del alcalde
La Federación de las Comunidades Judías de España, representante oficial de la comunidad judía española, se había pronunciado recientemente en contra de la decisión.
La alcaldesa alega que se está produciendo “un apartheid contra el pueblo palestino”. La medida se iba a debatir en el pleno, pero finalmente la regidora ha decidido impulsarla por su cuenta.
A cuatro meses de las elecciones municipales, Ada Colau ha anunciado que "suspende temporalmente" relaciones con Israel. La decisión, sobre todo, implica romper el hermanamiento que Barcelona tiene con la ciudad de Tel Aviv, “hasta que las autoridades israelíes pongan fin a la violación sistemática de los derechos humanos contra la población palestina” argumento que sostiene Colau, según han explicado portavoces municipales.
En términos de debate electoral, el movimiento de Colau no tendrá mucha relevancia, ya que el único candidato claramente proisraelí es el independiente Daniel Vosseler. Por tanto, la dimensión de la decisión es sólo simbólica porque difícilmente se convertirá en carne de debate electoral para las próximas municipales.
El hecho de que la suspensión de relaciones sea "temporal" también refleja que por parte de la alcaldía no hay voluntad de mantener este bloqueo más allá de las elecciones municipales. Y aunque en un principio la propuesta se iba a llevar al pleno, finalmente la alcaldesa ha decidido aprobarla por su cuenta. Así, Colau ha remitido una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en la que escribe: "Hemos decidido suspender temporalmente las relaciones con el Estado de Israel y con las instituciones oficiales de este Estado incluyendo los acuerdos de hermanamiento con el Ayuntamiento de Tel Aviv, hasta que las autoridades israelitas pongan fin a la violencia sistemática de los derechos humanos". La posición de Ada Colau contrasta con la estrategia de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid que ha programado una visita a Israel la próxima semana, donde ha concertado una cita con el presidente del país, Isaac Herzog. Será entre los días 12 y 13 de este mes e incluirá reuniones con otros dirigentes políticos y empresarios. Desde el equipo de Ayuso detallan que se organiza con el objetivo de "intensificar relaciones con Israel y mostrar la gran capacidad de la Comunidad de Madrid para atraer inversiones y proyectos". La iniciativa se enmarca en la agenda internacional de la presidenta popular, que ya ha suscrito acuerdos en la misma línea en Estados Unidos, Portugal, Francia o Italia.
