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El presidente Isaac Herzog visitó la Gran Sinagoga de Europa en Bruselas. El presidente fue recibido por el embajador del Estado de Israel en el Reino de Bruselas, Idit Rosenzweig-Abu, mientras el coro cantaba “Am Yisrael Chai”. A continuación, el presidente fue recibido por el presidente del Consistoire Central Israélite de Belgique, Philippe Markewicz; el presidente del CCOJB (Comité Coordinador de Organizaciones Judías en Bruselas) Yves Oschinsky; los copresidentes del Foro de Organizaciones Judías de Amberes, la baronesa Régine Sluszny y Philippe Scharf; el presidente de la Sinagoga Beth Israel, Alain Prync; y otros notables. Al evento asistieron alrededor de 500 miembros de las comunidades judías de Bruselas y Amberes.
Posteriormente, el Presidente pronunció un discurso; el Gran Rabino de la Gran Sinagoga de Europa y de Bruselas, Albert Guigui, junto al Cantor Benjamin Muller, rezaron la Oración por el Estado de Israel, compuesta por el abuelo del Presidente, el Rabino Yitzhak Isaac HaLevi Herzog.
El presidente Herzog dijo: “Aquí estamos juntos, en esta estructura única y magnífica, esta Gran Sinagoga de Europa. No es solo un edificio. Es una obra de arte. Es un símbolo del derecho inalienable de los judíos a vivir como ciudadanos plenos y libres, en Europa y en todo el mundo. Solo puedo imaginar a las fuerzas aliadas entrando en Bruselas y liberando la ciudad y algunos soldados judíos, como mi padre, entrando en este edificio, al igual que los Macabeos limpiaron el Templo profanado. Y si bien los judíos deben ser libres de ser ciudadanos iguales en cualquier lugar que elijan, y de establecer su hogar en cualquier lugar que elijan (en Bruselas, París, Nueva York o Jerusalén), existen vínculos naturalmente especiales e inquebrantables entre el pueblo judío y el Estado judío. ”
El Presidente agregó: “Los lazos vivos que respiran entre nosotros nos nutren a todos, mutuamente. Son nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Las comunidades judías de Bélgica son una parte integral de nuestro hermoso tapiz judío”.
El presidente Herzog concluyó: “No es ningún secreto que en este momento el colectivo israelí está debatiendo cuestiones reales que tienen una relación directa con las dimensiones democrática y judía de nuestro amado país. Pero les recuerdo que tener en cuenta las preguntas difíciles siempre ha sido parte de nuestra herencia judía. La tradición judía siempre ha valorado la conversación, la discusión y el debate, porque nos permite aprender unos de otros y resolver las cuestiones difíciles, para que podamos fortalecernos, como dijeron nuestros Sabios: "O la amistad o la muerte" (Taanit 23a). ).
