Arvit: 19:15
Shajarit: 9:00
Minja: 18:15
Esther Chattaj Turquie
Tengo un hoyo en el corazón de solo pensar en el sufrimiento por el que están pasando todas estas personas, tengo tantos sentimientos, miedo, desesperación, angustia, frustración, no estábamos preparados para esto, me duele en el alma ver lo que está sucediendo y no poder hacer nada, pero tristemente ellos se han enfrentado a situaciones así muchas veces, situaciones que nosotros nunca habíamos presenciado y nunca estuvimos preparados para la carga emocional que esto nos provoca, no puedo entender la crueldad, lo inhumano que es el que estén matando y masacrando gente que está a mi alrededor, simplemente no me entra en la cabeza, lo que estamos viviendo no es algo fácil, hemos escuchado muchas veces de que estas cosas pasan, pero nunca estando así de cerca de estar en ellas, se siente el miedo circular por las calles, se siente la tristeza y un vacío emocional enorme, se me hace chiquito el corazón cada que escucho una noticia nueva y es que no podemos evitar hacerlo cuando todo gira alrededor de eso, lo único que quiero es abrazar a mi familia, irme de aquí, pero por otro lado me da tristeza no poder hacer más por los que pelean por nosotros, el estar encerrados en un búnker, no poder salir, no poder dormir, tener miedo de estar sola un segundo, estar alerta de las alarmas, escuchar como truena el cielo, querer huir del lugar que se supone que es nuestra casa, es un sentimiento que nunca quiero volver a vivir, esto llegó sin esperarlo, de un segundo al otro y ninguno de nosotros estaba listo para enfrentar lo que iba a pasar por nuestra mente, ésta fue la manera en la que nos tocó madurar y crecer, no nos tocó de la manera en la que lo esperábamos, no cerramos los ciclos como queríamos pero fue una situación que estoy segura que a todos nos hizo reflexionar y ver la vida de otra manera.
La vida nos está enseñando que nunca dejemos las cosas para el final, que los planes no siempre salen como los pensábamos, que todo puede cambiar de un segundo al otro y tenemos que aprender a aceptar lo que viene y lo que va, que a cada quien nos toca sufrir de diferente manera, el sufrimiento de las personas que han perdido a seres queridos y han pasado por cosas tan fuertes es inimaginable, pero al final a nosotros no nos tocaba vivir esto, en nuestros planes estaba vivir nuestra ajshara como personas normales, pero Ds nos puso esto en nuestro camino por algo, aprendí a que no valoramos lo afortunados que somos de tener a tanta gente dando su vida por nosotros y de pertenecer a una comunidad así de increíble, de tener a los que amamos sanos y de vivir en tranquilidad, nos quejamos de tanto teniéndolo todo, aprendí a no dejarnos caer, pero que también llorar se vale, aprendí que la vida es un regalo y hay que disfrutarlo todos los días porque nunca sabes que va a pasar en el próximo minuto.
Creo que nunca hubiera entendido mejor el sentimiento y el dolor de los israelís si no me hubiera tocado vivirlo junto a ellos.
Esto que estamos viviendo, en vivo y en directo, es algo que vamos a poder contar y no nos queda más s que rezar y pedir por todas esas personas que lo necesitan. Que dejemos de ver lágrimas y veamos más sonrisas.