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El tribunal confirma la condena por asesinato de una trabajadora de un campo nazi de 99 años.
El Tribunal Supremo alemán ratificó este martes 20 de agosto de 2024, la condena contra Irmgard Furchner, quien fue condenada a dos años de prisión en suspenso por ayudar e instigar el asesinato de 10.505 personas durante su época como secretaria de 18 y 19 años en el campo de concentración de Stutthof.
Irmgard Furchner, nacida el 29 de mayo de 1925 en Danzig (actual Gdansk, Polonia), es una exsecretaria y taquígrafa que trabajó en el campo de concentración de Stutthof durante la Segunda Guerra Mundial12. Entre 1943 y 1945, Furchner trabajó para el comandante del campo, Paul-Werner Hoppe.
En 2021, a la edad de 96 años, fue acusada de complicidad en el asesinato de 11,412 personas y de intento de asesinato de otras 181. En diciembre de 2022, fue entonces declarada culpable y sentenciada a dos años de prisión suspendida. Su juicio se llevó a cabo en un tribunal de menores debido a que tenía 18 años en el momento de los delitos.
La incomparecencia de Furchner para la apertura de su juicio en 2021 la convirtió, a los 96 años, en una de las fugitivas más ancianas del mundo, lo que llevó a los jueces a emitir una orden de arresto contra ella.
Muertes por inanición y enfermedades
Unas 65.000 personas murieron de hambre y enfermedades en la cámara de gas del campo de Stutthof, cerca de Gdansk, que en ese momento todavía era la ciudad alemana de Danzig. Entre ellos había prisioneros de guerra y judíos atrapados en la campaña de exterminio de los nazis. Muchos fueron transportados desde allí para ser gaseados en Auschwitz. Es la última de una serie de nonagenarios que han sido acusados de crímenes del Holocausto, en lo que los fiscales consideran una prisa por aprovechar la última oportunidad de hacer justicia para las víctimas de algunos de los peores asesinatos masivos de la historia.
De momento hay tres procesos pendientes, pero en dos casos los tribunales han considerado que los acusados de no están en condiciones de que se les siga el proceso.
El caso Furchner ha revivido la pregunta de porque la justicia alemana tardó tanto en llevar a los tribunales a cómplices de los crímenes nazis.