Mayaán Hajaim

Las habilidades sociales

Como seres sociables, las personas sabemos las ventajas de acompañarse de un grupo de apoyo y de fomentar los vínculos sanos con las personas que están a nuestro al rededor.

Una de las capacidades que facilita esta acción es la adquisición de habilidades sociales, relacionadas también con el término habilidades blandas; las cuales predicen éxito en lo interpersonal y en lo laboral. Una habilidad social es cualquier tipo de competencia que facilita la interacción y la comunicación con otros, donde las reglas sociales y las relaciones son creadas, comunicadas y moldeadas por factores verbales y no verbales. El proceso de aprender estas habilidades es llamado socialización.

Las habilidades interpersonales son acciones usadas para interactuar de manera efectiva con los demás e incluyen la persuasión, la escucha activa, delegación de tareas y corresponsabilidad. Aunque existen muchas ventajas en desarrollar y entrenar nuestras habilidades sociales, aquí mencionaremos solo algunas.

Las personas con buenas habilidades sociales tienden a ser percibidas como más carismáticas y agradables; la gente se interesa más en las personas carismáticas. Sabemos que no se puede llegar demasiado lejos sin relaciones interpersonales sólidas, así que enfocarse en ellas puede tener un impacto positivo en el estatus social y laboral, lo cual se traduce en mayor satisfacción y da una mejor perspectiva de la vida y de sí mismo. En el mismo sentido las habilidades sociales mejoran la capacidad de comunicación, lo que permite tejer una red de apoyo más grande y estable, además de permitir trabajar, compartir ideas y ejercer una influencia positiva en grupos grandes de personas.

Algunas personas rehúyen de las interacciones sociales porque no quieren pasar tiempo con personas con las que no comparten intereses, tienen diferentes puntos de vista o generan conflicto.

Tener habilidades sociales adecuadas permitiría manejar las interacciones no deseadas, sin necesidad de sentirse incómodo o ser grosero con las demás personas. Por otra parte, esta habilidad se relaciona directamente con la asertividad, es decir la capacidad de poder expresar nuestras intenciones a otra persona aun cuando esta no comparta nuestra opinión, la cual es esencial para el manejo del conflicto interpersonal y dentro de las organizaciones.

En el ámbito profesional los empleos más valorados tienen un "componente social" y las posiciones mejor pagadas frecuentemente involucran una gran cantidad de tiempo interactuando con empleados, proveedores, medios y otros colegas.

Es raro que una persona permanezca aislada en su oficina y a la vez haga un trabajo de excelencia. Las organizaciones buscan personas con un conjunto determinado de habilidades; capacidad de trabajo en equipo, influir de manera positiva y motivar a las personas para alcanzar sus objetivos; lo cual requiere evidentemente de habilidades sociales.

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