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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró este martes 20 de agosto en una reunión con familiares de secuestrados por grupos de ultraderecha que, si se llega a un acuerdo de tregua en Gaza, este será temporal y que Israel no abandonará el control militar del corredor Filadelfia, la frontera con Egipto, como demanda Hamás, incluso si eso implica poner en riesgo la liberación de los rehenes.
"Estamos utilizando toda la fuerza necesaria para desmantelar el gobierno de Hamás y su capacidad militar, y estamos avanzando”. Dijo durante su mensaje, y continuó: “Al mismo tiempo, estamos haciendo un esfuerzo para devolver a los rehenes y preservar nuestros activos de seguridad estratégicos frente a una gran presión interna y externa".
El Primer Ministro agradeció a los representantes que intentaron apoyarlo frente a diversas presiones y les prometió que sus seres queridos no han caído en vano y que Israel seguirá luchando hasta lograr la victoria total sobre Hamás.
El primer ministro Netanyahu aseguró durante la reunión
"Lo primero es eliminar a Hamás y lograr la victoria. Estamos abordando este tema paso a paso. Si hace tres meses, antes de entrar en Rafah, dijeron que no se podía hacer nada, hay mucho por hacer. Mientras tanto, hemos eliminado a Deif y a otros comandantes también. Hemos tomado el Corredor Filadelfia y el cruce de Rafah. Estamos utilizando toda la fuerza necesaria para desmantelar el gobierno de Hamás y su capacidad militar, y esto está avanzando”.
“Lo segundo, continuó, es que, al mismo tiempo, estamos haciendo un esfuerzo para devolver a los rehenes, en términos que permitan liberar al máximo número de rehenes en la primera etapa del acuerdo. Lo digo claramente: este es un objetivo que me he fijado. Sin embargo, el otro objetivo es preservar nuestros activos de seguridad estratégicos frente a una gran presión interna y externa, y lo estamos haciendo".
A la reunión también asistieron el jefe de gabinete del primer ministro, el director adjunto del Consejo de Seguridad Nacional, el secretario del gabinete, el coordinador de rehenes y desaparecidos y el portavoz del primer ministro.
Los grupos minoritarios Gevura y Tikva, está compuestos por familias ultranacionalistas de secuestrados y soldados muertos en Gaza, que abogan por la presión militar en lugar de un acuerdo negociado, en contraste con el Foro de Familias de Rehenes, que agrupa a la mayoría de los seres queridos de los 105 cautivos que permanecen en el enclave.
El mandatario israelí confirmó que, si bien liberar al máximo número de rehenes es un objetivo de la guerra, el principal sigue siendo la eliminación de Hamás y "lograr la victoria". Por ello, Israel no puede ceder ninguno de sus "activos estratégicos de seguridad", haciendo alusión al control militar que mantiene sobre el cruce de Rafah, el corredor de Filadelfia y el de Netzarim.
Israel quiere mantener el control del corredor Filadelfia y el corredor Netzarim es una nueva ruta militar creada por Israel durante la guerra, que divide la Franja en dos mitades por el centro.
Según el comunicado de esta organización minoritaria de familias, Netanyahu les dijo que, si se llegase a un acuerdo, no duraría más de 42 días, tras lo cual se reanudarían los combates "hasta la eliminación de Hamás, incluso mientras se negocian los próximos pasos".
Además, reiteró que Israel no se retirará "bajo ninguna circunstancia" de ambos corredores, según indica el comunicado gubernamental, sin importar la presión interna o externa que reciba.
La urgencia de alcanzar un acuerdo se intensificó hoy nuevamente tras la recuperación de seis cuerpos de rehenes en manos de Hamás, cinco de ellos previamente confirmados como muertos, en una operación nocturna en los túneles de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Tras conocerse la noticia, los familiares del principal foro de rehenes apelaron a Netanyahu, recordándole que "Israel tiene la obligación moral y ética" de traer a casa tanto a los cautivos muertos como a los vivos, un total de 105 personas, "mediante un acuerdo negociado".
El grupo islamista Hamás calificó este martes de "golpe de Estado" la última propuesta para un alto el fuego en Gaza, que según Estados Unidos ha sido aceptada por Israel, asegurando que no incluye dos de sus principales demandas previamente recogidas: un alto el fuego integral en la Franja y la retirada del Ejército israelí del enclave.
Estados Unidos presentó varios borradores de tregua en junio y julio que Hamás aceptó 'a priori', pero recientemente el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, añadió nuevas condiciones, como el control israelí de los llamados corredores Filadelfia, la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto utilizada durante años por los islamistas para el contrabando de armas, y Netzarim.
Además, según filtraciones a medios, la última propuesta solo incluye la posibilidad de un alto el fuego permanente en una segunda fase, bajo condiciones que se negociarían una vez que la primera fase del acuerdo estuviera completada, y permite a Israel retomar sus “operaciones militares” si Hamás incumpliera las demandas israelíes.
El texto tampoco contempla una retirada integral de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, según Hamás.
Ayer, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció en Tel Aviv que Netanyahu había aceptado la última propuesta de acuerdo e instó a Hamás a hacer lo mismo. Blinken afirmó que mantuvo una "reunión muy constructiva" con Netanyahu, quien le confirmó que "Israel acepta la propuesta de transición" planteada por Estados Unidos la semana pasada en las negociaciones en Doha. "El siguiente paso es que Hamás diga que sí", advirtió Blinken.