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La travesía judía en Roma ha abarcado eventos significativos, como la creación y existencia del gueto judío de Roma. El historiador Fredric Brandfon publica un libro sobre la compleja relación entre judíos y católicos en Roma, tras descubrir una rica historia de más de dos milenios.
Descubrimiento de una relación centenaria en Roma
Fredric Brandfon, historiador y arqueólogo, se sintió impulsado a investigar la presencia judía en Roma después de una conversación en el Museo Vaticano.
El resultado de sus investigaciones es “Intimate Strangers: Una historia de judíos y católicos en la ciudad de Roma”. En su libro, Brandfon revela que la comunidad judía de Roma, la más antigua de Europa, ha existido desde el año 139 antes de la era cristiana, interaccionando estrechamente con la Iglesia Católica Romana.
La travesía judía en Roma ha abarcado eventos significativos, como la creación y existencia del gueto judío de Roma y su enfrentamiento con el régimen fascista de Mussolini.
El Arco de Tito y la memoria histórica
El Arco de Tito, un emblemático monumento romano, conmemora a Tito, emperador y conquistador de Jerusalem. Durante su reinado, fondos judíos destinados al mantenimiento del templo judío se utilizaron para restaurar un templo de Júpiter.
La historia de Berenice, una reina judía de Judea que se convirtió en amante de Tito, también se destaca en el libro. Berenice, tras ser expulsada del trono por Tito, encontró reconocimiento en la cultura italiana, incluidas las óperas.
Brandfon narra cómo, tras el declive del Imperio Romano, la Iglesia Católica emergió como el principal poder en Roma.
El gueto de Roma y las limitaciones papales
El gueto judío de Roma, establecido en 1555 por el Papa Pablo IV, fue el más longevo de Europa. Según Brandfon, estaba situado en una zona desfavorable, pantanosa y propensa a enfermedades.
La vida de los judíos estaba restringida en el gueto, con severas limitaciones sobre cómo ganarse la vida. La conversión al catolicismo, incluso forzada, fue una salida promovida por las autoridades papales.
Brandfon describe esta época como la “más oscura” en las relaciones judío-católicas en Roma, marcada por casos como el de Edgardo Mortara, un niño judío convertido al catolicismo y separado de su familia.
Desafíos del siglo XX y el fascismo
Con la llegada del siglo XX, la comunidad judía romana se vio amenazada por el fascismo de Mussolini y su alianza con Hitler. A pesar de las adversidades, esta comunidad ha persistido, continuando su legado y contribución a la rica tapezteria cultural de Roma.
Mussolini y su relación con la comunidad judía
Aunque Mussolini mostró inicialmente una postura menos hostil hacia los judíos y a veces favorecía el sionismo, su posición cambió drásticamente con las Leyes Raciales de 1938 que limitaron la participación judía en Italia.
El líder fascista contó con la influencia de Margherita Sarfatti, una judía que jugó un papel clave en la definición del fascismo italiano y fue íntimamente cercana a Mussolini.
El cambio de política de Mussolini dejó a los judíos en una situación precaria, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial cuando escapar de Italia se volvía cada vez más difícil.
La Segunda Guerra Mundial y la situación de los judíos en Roma
Con la invasión de Sicilia por parte de los Aliados en 1943, Roma vio un vacío de poder que fue aprovechado por los nazis. Esta ocupación resultó en la deportación de más de 1.000 judíos romanos a Auschwitz, con solo 15 sobrevivientes.
La liberación aliada de Roma finalmente puso fin a la persecución nazi en la ciudad. A lo largo de la ocupación, hubo respuestas variadas de los católicos, con algunos albergando a judíos y otros colaborando con los nazis.
El papel del Vaticano y Pío XII durante este tiempo ha sido fuente de debate. Aunque no se pronunció públicamente contra los actos de Mussolini o Hitler, algunos argumentan que su silencio pudo haber sido un intento de proteger a los católicos y judíos de represalias nazis.
Postguerra: Cambios en la relación entre el Vaticano y los judíos
El periodo de postguerra vio un renovado acercamiento entre el Vaticano y la comunidad judía. El Papa Juan XXIII, que ayudó a salvar judíos durante la guerra, promovió el Concilio Vaticano II, marcando un cambio en las relaciones católico-judías.
Italia, sin embargo, mostró resistencia en procesar a ex nazis y colaboradores por crímenes de guerra. La postura de la Iglesia Católica sobre su conducta durante el Holocausto ha sido motivo de crítica por su brevedad y falta de profundidad en los documentos.
Los líderes del Vaticano, incluido el Papa Francisco, han trabajado en los últimos años para estrechar lazos con la comunidad judía, con una relación cada vez más cordial y abierta.
Relaciones recientes entre líderes religiosos
Las relaciones entre los líderes del Vaticano y la comunidad judía de Roma han visto mejoras notables en las últimas décadas. Papas como Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco han mantenido diálogos fructíferos con líderes judíos, fortaleciendo el entendimiento mutuo.
El rabino jefe de Roma, Riccardo di Segni, ha tenido interacciones con múltiples papas, simbolizando la esperanza y el progreso en las relaciones interreligiosas.