Arvit: 19:15
Shajarit: 9:00
Minja: 18:15
Por Shlomo Mirvis*
Mientras continúa la guerra que comenzó el 7 de octubre, Israel enfrenta desafíos críticos en materia de seguridad, energía y economía; la nación debe recurrir a su espíritu innovador: la tecnología de inteligencia artificial.
La guerra que comenzó el 7 de octubre ha afectado profundamente a la sociedad y la economía israelíes, poniendo de relieve la urgente necesidad de resiliencia y autosuficiencia nacionales. Este conflicto ha puesto de relieve una lección fundamental: Israel debe esforzarse por lograr la independencia en áreas clave que garanticen su estabilidad: seguridad y defensa, energía y agricultura. La comprensión de que el apoyo internacional puede ser limitado en situaciones extremas ha reavivado el interés por la innovación tecnológica y la fortaleza económica.
Además de estos desafíos, Israel enfrenta una presión financiera significativa debido al costo de la guerra. El gobierno ha anunciado un recorte presupuestario de aproximadamente 35 mil millones de shekels (unos 9 mil millones de dólares) para 2024 para financiar los esfuerzos de guerra en curso y la recuperación.
Debemos abordar estos desafíos de manera estratégica, como personas que se preocupan profundamente por Israel. Si bien las respuestas tácticas (como las donaciones, el voluntariado y otras iniciativas) son fundamentales en el corto plazo, no abordan los desafíos centrales de Israel a largo plazo.
Israel se ha ganado la reputación de ser la " nación de las startups ", famosa por su innovación, su gran talento tecnológico y su espíritu emprendedor único. El sector tecnológico del país representa el 18 por ciento de su PIB.
El auge de la inteligencia artificial
Al mismo tiempo, el mundo está siendo testigo de una de las revoluciones tecnológicas más importantes de la historia: el auge de la IA generativa. Según un informe de McKinsey, la IA generativa podría aportar hasta 4,4 billones de dólares anuales a la economía mundial. Esta tecnología tiene el potencial de transformar industrias, crear nuevas categorías laborales, democratizar la educación y revolucionar la atención sanitaria, haciéndola más asequible y accesible para todos.
El director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, destacó el profundo impacto de la IA y afirmó: “La IA es una de las tecnologías más profundas en las que estamos trabajando. Es más profunda que el fuego, la electricidad o cualquier cosa que hayamos hecho en el pasado”. Sus palabras subrayan los cambios monumentales que la IA traerá al mundo.
Israel tiene prácticamente todo lo necesario para convertirse en un líder mundial en inteligencia artificial. El país cuenta con talentos increíbles (como Ilya Sutskever, cofundador y exdirector de tecnología de OpenAI, y Dario Amodei, cofundador de Anthropic, ambos de origen israelí), además de una sólida cultura empresarial y vibrantes centros de innovación. La pieza que falta en este rompecabezas son los recursos financieros suficientes.
Los países que han invertido mucho en IA han experimentado un aumento sustancial de su PIB. Un estudio de Accenture concluyó que la IA podría generar un crecimiento económico significativo en Estados Unidos en 2035, lo que podría añadir 8,3 billones de dólares al valor añadido bruto (VAB).
Para Israel, la inversión estratégica en IA podría crear entre 50.000 y 100.000 puestos de trabajo en cinco años y añadir entre 100.000 y 200.000 millones de dólares a su PIB en el mismo período, siguiendo tendencias similares a las observadas en otras naciones. Este tipo de crecimiento sería transformador para Israel. Invertir en tecnología de IA no solo tiene que ver con la expansión económica, sino también con la mejora de las vidas y el fortalecimiento de la seguridad nacional.
Defensa y seguridad: la IA puede mejorar las capacidades militares de Israel, desde una mejor recopilación de inteligencia hasta una ciberdefensa avanzada, garantizando que Israel se mantenga a la vanguardia de la tecnología militar.
El gobierno israelí ha reconocido esta necesidad y ha tomado medidas iniciales, como la creación del Centro Israelí de Inteligencia Artificial, lo que demuestra su compromiso con este campo. También se están realizando esfuerzos para atraer talento académico a Israel, lo que contribuirá a fomentar un sólido ecosistema de inteligencia artificial.
Sin embargo, la acción gubernamental por sí sola no es suficiente. Nosotros, como líderes empresariales e inversores, debemos intensificar nuestra acción. Este es uno de esos raros momentos en que el sionismo, el impacto social y los intereses capitalistas se alinean perfectamente. Los inversores pueden contribuir a fortalecer la economía, la seguridad y la calidad de vida de Israel y, al mismo tiempo, obtener importantes beneficios financieros. No hay mejor ejemplo de un escenario en el que todos salgan ganando en el mundo de los negocios.
Ésta es nuestra responsabilidad como personas que nos preocupamos por el futuro de Israel y nuestro privilegio y oportunidad de ser parte de algo profundamente significativo e impactante. * Shlomo Mirvis es socio gerente de AI10 Ventures.
Publicado en JP, 24 de septiembre 2024.