Presentación del libro Cinco Rostros en el jardín de las letras

Se llevó a cabo en la Kehilá Ashkenazí la presentación de este título, escrito por el grupo del Taller de Escritura Creativa impartido por la destacada escritora Jenny Asse Chayo.

En esta forma, el pasado martes 6 de mayo de 2025, en una muy emotiva velada en las que Vicky Algazi, Sofía Smeke, Vivian Cohen, Sara Maya, Raquel Tawil-Klein, y propiamente la maestra Jenny Asse, hablaron de la experiencia y expusieron al público, algunas lecturas tomadas de este bello ejemplar.

Cada participante tuvo a bien leer algunos de sus textos, los cuales conforman el libro, y Jenny Asse, leyó el prólogo que compartimos en este espacio, y que sirvió para conocer parte de este gran ejercicio literario.

“Este libro, Cinco rostros en el jardín de las letras, es el resultado de nueve meses de trabajo con un grupo de mujeres increíbles, nueve meses en los que nos parimos a nosotras mismas, para gestar la escritura de la entraña, del intelecto, de la sensibilidad profunda. En él encontrarás diferentes acercamientos a la literatura, cada una de las autoras con su propio estilo y formación utilizó la palabra creativa después de un pre-texto, texto previo que las impulsaba a escribir con absoluta libertad, primer principio de la creatividad.

“Vicky, Sara, Sofía, Raquel y Vivan sembraron con su trabajo un jardín, el lector encontrará en este libro la cosecha de lo que se cultiva pacientemente, en los movimientos del espíritu a través de la palabra que es siembra y a, su vez, travesía que invita a los retiros. Porque ahí en el núcleo de cada alma se encuentra siempre la simiente del vocablo, en la mirada poética en lo que apela a la revelación de nuevos contenidos que, abrazados unos a los otros, forman este jardín pletórico de flores nacientes.

“Escribir es siempre volcar el alma, mostrar heridas y sanarlas, convertir el dolor en belleza, exorcizar demonios y transformarlos en ángeles.

Ser maestra de este grupo de mujeres no solo hizo mi alma más plena sino que me confirmó lo que dicen los sabios del Talmud: “Mucho aprendí de mis maestros, pero de quien más aprendí fue de mis alumnas”.

“Con la escritura creativa, sea cual sea el género, las alumnas aprendieron, no solo a desarrollar su creatividad, sino a abrir las puertas de la percepción, los ventanales de la imaginación.

“La escritura te permite entrar a tu inconsciente y revelarlo en el papel en blanco que, trazado ya con la verdad de sus descubrimientos literarios, dejan las huellas indelebles de sus espíritus en ese proceso de conocerse a sí mismas más profundamente escribiendo y compartiendo sus textos con un grupo que se convierte en una especie de círculo mágico.

“La escritura es un acto de amor pero a la vez un acto de protesta, la escritura al revelar la ciencia de cada espíritu se rebela contra la injusticia, la violencia, la tristeza interna/ externa, las fuerzas de la oscuridad y, en ese sentido la escritura se convierte en revolución, intenta transgredir los límites de la realidad hacia un más allá, en la imaginación de mundos mejores, en el llanto por los que sufren; la escritura es un acto de solidaridad con el otro desde la propia esencia, porque el escritor dice lo que otros callan y se convierte en la voz de todos y todas.

“Estos cinco rostros sensibles y en búsqueda de sus propias verdades también entraron a sus almas a revelarse a sí mismas quienes son, quienes fueron y quienes quieren llegar a ser. En esa intimidad de almas que se vuelcan juntas en la palabra escrita para compartirla hubo lágrimas, hubo risas, emociones a flor de piel que fueron, no solo lago de aguas claras donde mirarse a sí

“El primer ejercicio del taller fue que escribieran a partir de una frase: “veo mi rostro frente al espejo” el resultado final después de meses de trabajo es que ese espejo creció lleno de poesía, ensayo, reflexión, pero, sobre todo, mostró todas las caras de cada una de ellas, a través de los vocablos se miraron, rompieron el espejo de las imágenes que no les gustaban y lo reconstruyeron juntas más limpio, más hermoso donde el cristal había logrado ya convertirse en trasparencia pura. Este libro es una muestra de ello.

“Agradezco a Dios y a Kehile el haberme abierto las puertas a tan maravillosa experiencia: “Has parido un grupo de creatividad” me dijo Sara Maya, una alumna, y con eso entendí que me parí a mí misma junto a ellas, que cada una de ellas se dio a sí misma a luz y que juntas formamos un vientre latiendo pleno de vida para parir un mundo mejor a través de la palabra.

“La escritura a menudo es también plegaria, muchos rezos salieron en los escritos, un acercamiento a la espiritualidad, un encuentro con lo divino de cada una nosotras y un re-ligamiento con lo sagrado: con lo sagrado femenino, con lo sagrado divino, porque la palabra es al fin un encuentro con ese “Hágase la luz” que dijo Dios en los principios, “Hágase la luz” y creó paraísos para habitarlos.

“A través de esta experiencia constatamos juntas lo que he pensado siempre: somos capaces de sembrar paraísos en la tierra, porque ¿qué era el paraíso sino una comunión de almas verdaderas con el universo con el otro y con la inmensidad? Así que gracias a todas y cada una de ustedes: Vicky, Sara, Vivi, Raquel, Sofi, porque sé que juntas tocamos puertas para que los Edenes se abran y bajen a este mundo que tanto necesita de nuevas cosechas, de nuevos huertos, de jardines universales llenos de paz y amor.

Gracias Anita Fainsod por abrirme las puertas de la Kehila y darme la oportunidad de sembrar en cada espíritu mi propio espíritu, ahora somos una conectadas para siempre en la entraña de la escritura que se ha convertido en el la entraña del amor, ahora esa entraña ha parido un libro, éste que espero sea el primero de muchos más.
“Que Dios las bendiga a todas, y que sigamos rompiendo mares para acceder a la Libertad, y la Conciencia de lo divino, con la pluma en mano como arma y con el acto poético como acto amoroso frente al rostro del otro, ese otro al que invitamos a habitar este jardín y arrancar de él las flores más hermosas.”

Así en una tarde muy cálida, todos quedamos invitados a seguir los pasos de lo que, en los talleres literarios, se vaya creando.

¡Enhorabuena escritoras!