17:39
18:32

Arvit: 19:15

Shajarit: 9:00

Minja: 18:15

“Un contribuyente de agradecimiento”

Parashá Teruma 5785

 La recaudación fiscal, o lo que comúnmente conocemos como impuestos, es el sistema clave mediante el cual un país obtiene los fondos necesarios para mantener y desarrollar su infraestructura. Esto incluye desde las comunicaciones como aeropuertos y carreteras, hasta servicios esenciales como el transporte público y la atención en salud. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿Realmente se gestionan estos recursos de manera eficiente?

La historia de los impuestos se remonta a tiempos antiguos, como lo encontramos en la Torá, donde ya se menciona la práctica de apartar un porcentaje para el Levi, una parte para los pobres y otras contribuciones para ayuda. Esta idea resultó tan efectiva que, con el tiempo, se adoptó en todas las naciones. En sus orígenes, las contribuciones no solo servían para financiar el bienestar colectivo, sino también como una expresión de agradecimiento a Hashem por los bienes que nos otorga.

Durante la época del Mishkán, Moisés recibió instrucciones divinas para construirlo y así crear un lugar sagrado. Esas instrucciones detallaban con precisión los materiales que debían usarse: metales, piedras preciosas, telas, pieles, aceites, especias y otros recursos. De este modo, los impuestos no solo financiaban el bienestar material, sino que también sostenían los aspectos espirituales de la comunidad.

En nuestra Parashá Terumá, se nos revela una enseñanza profunda que tiene el poder de transformar nuestra percepción del mundo que nos rodea.

La palabra "Terumá" proviene del Hebreo, de la raíz "rum", que significa "elevar". Al pueblo judío se le otorga una capacidad única: la de elevar lo material, otorgándole un sentido sagrado, y consagrarlo a un propósito divino.

La Torá nos instruye: "Y ésta es la ofrenda que habréis de tomar de ellos: oro, plata y cobre". El oro, la plata, el cobre y todos los objetos materiales que encontramos a nuestro alrededor tienen la posibilidad de ser elevados y santificados, cuando son usados con la intención correcta, en el momento adecuado y bajo los principios de nuestra tradición y por esto a diferencia del contribuyente clásico gracias a la Torá nos podemos convertir en un contribuyente de agradecimiento.

¡Shabat Shalom!

 

Kehila Ashkenazi, A.C. Todos los derechos reservados.
Powered by Wolfate
linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram