Arvit: 19:15
Shajarit: 9:00
Minja: 18:15
El concepto central de Yom Kipur es el arrepentimiento o teshuvá, un proceso espiritual que invita a cada uno de nosotros a reflexionar sobre nuestras acciones durante el año pasado. Este día ofrece una oportunidad única para mirar hacia adentro, hacer un balance personal y enfrentar los errores cometidos, tanto con los demás como con uno mismo y con Dios.
El arrepentimiento en Yom Kipur no solo se limita a lo interno; también implica la reparación de las relaciones con los demás. Según la tradición, los pecados cometidos entre las personas deben resolverse directamente entre los individuos antes de que Dios pueda conceder el perdón.
A través del ayuno, el cuerpo queda relegado para permitir que el alma alcance un nivel más alto de pureza y conexión espiritual. Este sacrificio es un medio para elevar el espíritu por encima de las necesidades físicas, ayudando a los judíos a enfocarse en el arrepentimiento y la oración.
Yom Kipur es también un día de reconciliación con Hashem. La tradición judía enseña que durante este día, el juicio divino, que comenzó en Rosh Hashaná, es sellado. Durante los días intermedios conocidos como Yamim Noraim, se tiene la oportunidad de enmendar sus actos y rezar para ser inscritos en el "Libro de la Vida". Yom Kipur marca el último día de este proceso, cuando las plegarias se intensifican con la esperanza de alcanzar el favor divino.
A pesar de que Yom Kipur es un día de introspección personal, también tiene un fuerte sentido comunitario. Esta dimensión comunitaria de Yom Kipur refuerza la idea de que los judíos estamos conectados y que el bienestar espiritual de uno impacta a todos.
Más allá del perdón de los pecados, Yom Kipur representa un ciclo anual de renacimiento espiritual. Al abandonar los placeres físicos y sumergirse en un proceso profundo de teshuvá, se experimenta una especie de renovación. Este día le da la oportunidad de despojarse de las cargas del año pasado y comenzar de nuevo, con un corazón limpio y un espíritu renovado.
El cierre del día, con el sonido del Shofar al término de la oración de Ne'ilá, simboliza el fin del juicio y la esperanza de que el arrepentimiento haya sido aceptado. Con la llegada de la noche, el ayuno concluye, pero la transformación espiritual permanece.
Yom Kipur es mucho más que un día de ayuno y oraciones. Es un momento sagrado en el que enfrentamos nuestra naturaleza más profunda, buscando redimir nuestros errores, y renovar nuestra relación con D-os y con nuestra comunidad. La magna importancia de este día radica en su capacidad para ofrecer una nueva oportunidad de crecimiento espiritual y moral, de reconciliación, y de reconexión con el propósito más elevado de la vida judía.