Rosh Hashaná no solo marca el comienzo del Año Nuevo, sino que también es el inicio de nuestros grandes días sagrados. Lo celebramos con oraciones, comidas con nuestra familia y amigos y los sonidos del shofar, que nos llaman al arrepentimiento de todos nuestros pecados cometidos durante el año. ¡A Gut un a Gezunt Yor!